Tuesday, November 15, 2005

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31 de Octubre de 2005
¿A cómo vende Colombia sus cerebros? (Análisis)

¿Es un precio justo recibir 3.256 millones de dólares en giros al año a cambio de los trabajadores que se van del país?


Aparentemente es buena plata: entre julio del año pasado y junio de este año, los colombianos que trabajan fuera del país enviaron una suma equivalente al 70 por ciento de las ventas de petróleo en el mismo periodo. ¿Es buen negocio para un país pobre que mucha gente se vaya?


Sobre este tema, el Banco Mundial acaba de publicar ‘Migración internacional, remesas y fuga de cerebros’, en donde se encuentra que los giros de los emigrantes tienen un efecto positivo en la lucha contra la pobreza, pero cuando esos emigrantes son ‘cerebros fugados’ –gente con educación superior– puede haber un efecto negativo en el crecimiento de la economía.


Para el caso de Colombia, ¿Es más lo que aporta que lo que resta la salida de gente?


Los profesionales colombianos que vivían fuera del país eran el 5,8 por ciento en 1998, según un documento de trabajo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elaborado por Carrington y Detragiache. Con base en los datos de ese estudio, en el 2003 Beine, Docquier y Rapoport, de la Universidad de Lille II, no encontraron que ese nivel de profesionales en el exterior le restara o le sumara al crecimiento económico colombiano.


Según sus cálculos, para que la fuga de cerebros frene el crecimiento económico, los profesionales que viven fuera deben ser más del 10 por ciento, como pasa en Nicaragua, República Dominicana o Corea del Norte.


¿De aquel 5,8 por ciento de profesionales que vivían fuera en 1998 ya se habrá pasado el umbral crítico del 10 por ciento? El censo en marcha dará en mayo algunas luces. Por ahora, en los primeros seis municipios censados se encontró que casi la mitad de quienes viven fuera del país se fueron en los últimos cinco años.


De acuerdo con cifras de la Aeronáutica Civil, la diferencia en el número de personas que se van frente al número de quienes llegan, se ha cuadruplicado en los últimos dos años. En el año completo terminado en junio del 2003, las personas que salieron vía aérea fueron 19.334 más que las que llegaron. Para agosto de este año, ese número de gente que no regresa había llegado a 90.394.


A diferencia de oleadas pasadas, expertos ven que ahora hay especialmente profesionales que se van a la fija con todo en regla, algunos aprovechando políticas para llevarse profesionales que tienen países como Canadá. De esta forma se podría estar avanzando hacia el límite en el que la salida de la gente con mayor educación se empieza a convertir en un factor que le resta a la economía. Y si dentro de las fronteras no hay ofertas más atractivas para quienes piensan irse no hay forma de detenerlos.


No en vano, el Centro de Estrategia y Competitividad de la Universidad de los Andes en el documento Competitividad de Colombia 2005 advierte que "la única manera que un país puede mejorar sus estándares de vida es teniendo empresas competitivas que puedan pagar salarios altos y crecientes".

MAURICIO GALINDO
Editor económico de EL TIEMPO

1 comment:

#sersqintegramos said...

GRACIAS POR SUS COMENTARIOS, UNIDOS EN NUESTROS INTERESES HAREMOS UN MUNDO MEJOR PARA TODOS..

CORDIALMENTE, RICHARD...