PARA REFLEXIONAR...
El 12-12-12 trae una inmensa elevación de la frecuencia del planeta, incremento de frecuencia necesario para entrar en el gran Solsticio del 21 de Diciembre, símbolo del final del ciclo de la oscuridad, el dolor y el aislamiento de la Tierra.
Nadie sabe a ciencia cierta que es lo que va a pasar después del 21 de diciembre, y realmente "no va a pasar nada", aparentemente... El mundo seguirá, todos vamos a levantarnos por la mañana, ir al trabajo o actividad de cada uno, comer, o no comer... seguiremos viendo a los vecinos, las calles, los árboles, las montañas... Todo como siempre. Pero en apariencia. Realmente estaremos en otro mundo, en otra dimensión de la realidad, que cada uno experimentará progresivamente de forma diferente según su estado de conciencia, según su capacidad de vibrar en la nueva frecuencia de la Tierra. Para unos será el Cielo en la Tierra, un mundo mágico con unas reglas completamente diferentes a las reglas rígidas del espacio-tiempo de la 3ª dimensión que han sujetado hasta ahora lo que llamamos "realidad". Para otros será el infierno. El infierno de la enfermedad, el infierno del desconcierto, el infierno de la inseguridad y del miedo, el infierno del caos... de un mundo que no se comprende y para el que no se dispone de herramientas mentales que puedan hacerle frente. Para aquellos que sigan viviendo en la conciencia de la separatividad, la conciencia del ego (el "yo-mi-me-conmigo") el mundo será un lugar cada vez más inseguro y más desconcertante. Para aquellos que vibren en la energía de la entrega, de la unidad con lo que les rodea, la energía del Amor... la nueva frecuencia de la Tierra les traerá un mundo mágico de acción y de poder creador. Es la energía Crística que está disponible para todos aquellos que vibren en la entrega y en la fe al Espíritu en nosotros.
El mundo definitivamente no se destruye. No hay ninguna "apocalipsis" del final del mundo. Pero lo que si hay es un mundo nuevo que todos sin excepción, y con independencia de creencias, nivel de comprensión y estado de conciencia, podemos y podremos notar. Simplemente con que echemos la vista atrás, hacia unos cuantos pocos años atrás, podremos ver un mundo completamente diferente y que a partir de ahora se moverá en una velocísima espiral de cambio y de renovación.
Podremos hablar de que la Tierra entra en la 4ª dimensión y en la conciencia de la 5ª dimensión, aunque las palabras y los conceptos tampoco tienen ninguna importancia. Qué importancia iban a tener cuando son simplemente símbolos para poder comunicarnos desde la limitada mente humana de esta dimensión. Pero sí es cierto que es otra dimensión. Es otra dimensión de la realidad, otra dimensión de la materia y de la mente.
Nadie sabe a ciencia cierta que es lo que va a pasar después del 21 de diciembre, y realmente "no va a pasar nada", aparentemente... El mundo seguirá, todos vamos a levantarnos por la mañana, ir al trabajo o actividad de cada uno, comer, o no comer... seguiremos viendo a los vecinos, las calles, los árboles, las montañas... Todo como siempre. Pero en apariencia. Realmente estaremos en otro mundo, en otra dimensión de la realidad, que cada uno experimentará progresivamente de forma diferente según su estado de conciencia, según su capacidad de vibrar en la nueva frecuencia de la Tierra. Para unos será el Cielo en la Tierra, un mundo mágico con unas reglas completamente diferentes a las reglas rígidas del espacio-tiempo de la 3ª dimensión que han sujetado hasta ahora lo que llamamos "realidad". Para otros será el infierno. El infierno de la enfermedad, el infierno del desconcierto, el infierno de la inseguridad y del miedo, el infierno del caos... de un mundo que no se comprende y para el que no se dispone de herramientas mentales que puedan hacerle frente. Para aquellos que sigan viviendo en la conciencia de la separatividad, la conciencia del ego (el "yo-mi-me-conmigo") el mundo será un lugar cada vez más inseguro y más desconcertante. Para aquellos que vibren en la energía de la entrega, de la unidad con lo que les rodea, la energía del Amor... la nueva frecuencia de la Tierra les traerá un mundo mágico de acción y de poder creador. Es la energía Crística que está disponible para todos aquellos que vibren en la entrega y en la fe al Espíritu en nosotros.
El mundo definitivamente no se destruye. No hay ninguna "apocalipsis" del final del mundo. Pero lo que si hay es un mundo nuevo que todos sin excepción, y con independencia de creencias, nivel de comprensión y estado de conciencia, podemos y podremos notar. Simplemente con que echemos la vista atrás, hacia unos cuantos pocos años atrás, podremos ver un mundo completamente diferente y que a partir de ahora se moverá en una velocísima espiral de cambio y de renovación.
Podremos hablar de que la Tierra entra en la 4ª dimensión y en la conciencia de la 5ª dimensión, aunque las palabras y los conceptos tampoco tienen ninguna importancia. Qué importancia iban a tener cuando son simplemente símbolos para poder comunicarnos desde la limitada mente humana de esta dimensión. Pero sí es cierto que es otra dimensión. Es otra dimensión de la realidad, otra dimensión de la materia y de la mente.
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