Asociarse es una buena alternativa para mejorar las ventas de un sector económico

La Sociedad de Amigos del Comercio (Sodelco), con su cadena de Grandes Marcas y Unifábricas, son dos casos de éxito en este tipo de estrategias.
Muchas personas han oído hablar de la Bodega de las Grandes Marcas, quizá son frecuentes compradores de ella, pero lo que no saben es que detrás de esta gran cadena hay un grupo de 16 empresarios que se unieron con el propósito de vender más y promocionar sus productos de manera conjunta.
Estos empresarios, dueños de 22 de las marcas más vendidas en Colombia, hacen presencia con sus productos en todo el territorio nacional. Sin embargo sólo están agremiados como establecimiento Grandes Marcas en Bogotá, donde logran en conjunto ventas anuales que superan los 12.000 millones de pesos al año.
Cuentan con cinco establecimientos tipo oulet, ubicados estratégicamente en varias zonas de la capital donde el flujo de visitantes aumenta motivado por una mayor oferta de productos que, además, tienen como gancho los descuentos.
Estos descuentos se aplican a prendas que son de colecciones anteriores y, en algunos casos, a las que tienen un límite de tallas y colores. En algunos casos también hay rebajas en ropa de línea, pues esta estrategia sirve para promocionar un producto y hacer publicidad voz a voz para atraer a nuevos compradores.
Para Mauricio Becerra, gerente comercial de Grandes Marcas, el éxito de esta 'fórmula de trabajo en equipo' radica en que se aprovechan las economías de escala y se logran mejores resultados económicos, pues hay una inversión conjunta en publicidad y estrategias publicitarias encaminadas a que haya más usuarios de esas 22 marcas.
Así las cosas, Pronto, Armi, Nono, Zephir, Off Corse, Candilejas, University, Jockey, Frutos de Algodón y Azúcar, entre otras, son varias de las marcas que buscan acercarse más al consumidor que prefiere los oulets (grandes bodegas con descuentos) a los centros comerciales.
No obstante, una de las ventajas para el consumidor -opina Becerra- es que tanto en la cadena de Grandes Marcas como en las tiendas especializadas el consumidor encuentra prendas de la nueva colección y variedad de tallas, colores y estilos.
Otra de las ventajas del negocio conjunto es ofrecerle la posibilidad al comprador de encontrar todo en un solo sitio. En efecto, debido a la acogida que han tenido estos establecimientos, el grupo de empresarios planea para este año la apertura de dos nuevos establecimientos en Bogotá y estudia la posibilidad de replicar el formato en otras ciudades del país.
Otra de las estrategias que implementará la cadena es la de hacer más presencia en eventos feriales, con miras a lograr mejores resultados tanto en ventas como en proyección de imagen.
De hecho, Grandes Marcas participó este año, por primera vez, en la feria Ofertas 2005, que finalizó ayer su quinta versión consecutiva. Para Becerra, la presencia en este tipo de eventos, además de impulsar las ventas de vestuario y calzado en el primer trimestre del año, se constituye en una buena alternativa para dar a conocer la labor que están haciendo las empresas y las iniciativas para alcanzar la fidelidad de los clientes.
Otras iniciativas
Otro ejemplo de trabajo en equipo para alcanzar resultados exitosos es el de Unifábricas, una empresa que surgió hace cinco años tras la unión de un grupo de empresarios del sector de las confecciones y del calzado, que buscaban tener mejor rotación de sus mercancías y más reconocimiento en el público.
Esta cadena comercializa ropa interior, vestuario para bebé, moda formal e informal para adultos y calzado. El esquema de trabajo es muy similar al de las Grandes Marcas, sólo que trabaja con marcas diferentes y ofrece precios especiales debido a que trabaja directamente con confeccionistas, dijo uno de sus representantes, que también estuvo presente en Ofertas 2005.
La meta de Unifábricas, a mediano plazo, es ampliar el número de proveedores para lograr una mejor competencia en el mercado. Actualmente, esta firma tiene once establecimientos, de los cuales nueve están en Bogotá, hay otro en Funza y uno más en Favatativá.
Adriana Camargo Gantiva Redactora de EL TIEMPO